domingo, 5 de octubre de 2008

6, Cuatro conceptos clave



15/02/2001
CUATRO CONCEPTOS CLAVE


Número de muertos, territorios, resoluciones de la ONU, Asentamientos. Cuatro conceptos sobre los que se debate continuamente y por tanto sobre los que se escuchan barbaridades por parte continuamente de los grandes enemigos del gran capital (pero claro, enemigos hasta que les toca la puerta) y por tanto amigos de los paises menos favorecidos y sobre los que en cuatro párrafos voy a tratar de dar mi punto de vista.
Uno de los más típicos ultimamente es el que hace referencia a la diferencia de muertos producidos por las armas de alta tecnología bélica israelí y las arcaicas piedras palestinas. ¡¡Pues no!!. ¡Van a matar igual las piedras que las armas!. No querrá el personal que las armas israelíes o de cualquier país vayan contando muertos hasta empatar al contrario. Lo que verdaderamente hay que juzgar son las actuaciones criminales que lleva a uno a querer matar al enemigo, e Israel: ni es más criminal porque sus armas sí acierten al enemigo mientras que los pobres palestinos se visten completos de goma 2 con intención de matar a cuantos más mejor y son tan torpes que a veces solo se matan ellos, ni tiene porque restringir su derecho de defensa porque los palestinos no hayan sido capaces de generar una economía como ellos. Hasta ahí podríamos llegar, que ahora EEUU hubiera tenido que ir a Afganistán con los tanques sovieticos del año del catapún para equilibrarse en armamento con los talibanes y que el número de muertos sea aproximadamente el mismo para dar por válida la actuación. Por tanto insisto que es un barbarismo (idiotismo, traduzco del diccionario) dedicarse a contar muertos, lo que hay que contar son actuaciones y analizar y valorar sus razones.

Otra de las opiniones generalizadas que me llama poderosamente la atención es la facilidad que tienen los amantes de la paz para apoyar hasta el desmayo la necesidad de los palestinos de recuperar su territorio (yo también, pero no hasta el desmayo y sí con compromiso de paz) cuando los palestinos y todos los pueblos árabes no le quisieron conceder ese derecho a Israel en el 48. Pero ¡ojo! No solo es que no le quisieron conceder ese derecho, es que todos los paises árabes se levantaron en armas por los tres costados infringiendo una guerra hacia un país recien nacido. Pero no se conformaron con eso: en el 56 dieron por saco otra vez nacionalizando el Canal de Suez provocando una nueva guerra. Pero ahí no paran: en el 67 vuelven a querer enviar a los judíos al mar también por los tres costados. Igualmente en el 73. Pero el tiro les sale por la culata e Israel les vence siempre y lo que sucede es que están heridos en su orgullo y ahora que Israel dice “hasta aquí hemos llegado y no suelto los territorios hasta que no tenga una garantía de que no me vais a dar por saco más” quieren ¡pobrecitos! hacer ver lo desgraciados que Israel les hace ser cuando es eso precisamente lo que ellos siempre han deseado de Israel. Pero claro, mientras haya torpes que los convengan…

Grande. Verdaderamente grande el barbarismo sobre las resoluciones de la ONU. Resulta que la ONU toma la gran decisión de partir Palestina. Los arabes desatienden y rechazan dicha resolucion (nombro nuevamente la guerra del 48 y todas las demás con el mismo fin). Como consecuencia de que los árabes rechazan tal decisión se crea un conflicto que desemboca, entre otras, en la guerra del 67. Tras ésta guerra la ONU establece otras resoluciones que son las que los judíos incumplen y entonces resulta que los judíos son unos impresentables que infringen la ley con el abuso de la fuerza. Dicho de otra manera: son más culpables aquellos que infringen algunas clausulas complementarias de una gran resolucion que aquellos que infringen la resolución en sí mismo, entera. Mejor lo digo de ésta otra: Los judíos no aceptan alguna claúsula sobre la partición de Palestina y sin embargo los árabes no aceptan ninguna. Los judíos permiten que los palestinos tengan su autonomía (aunque no militar ante las evidencias) y sin embargo los árabes pretenden la aniquilación de los judíos echandolos al mar (no lo digo yo, lo dicen ellos) y resulta que aún hay a quien se les hace la boca grande desgañitando la injusticia de la postura judía. Eso no es ignorancia, eso es enfermedad.

Es menos barbarismo el tema de los asentamientos porque éste es menos de perogrullo. Pero sin ser de perogrullo sigue estando muy claro para aquellos que conocen la raiz del problema y no los datos eventuales. Soy español y si en algo estoy de acuerdo antes con Felipe Gonzalez y ahora con Aznar es que con los terroristas NO se negocia. Los asentamientos son negociables. Lo que no es negociable es la resurrección de los muertos en, un ejemplo de tantos, el autobús de ayer. El día que Arafat (y conste que menciono a Arafat con todo el respeto del mundo porque nació terrorista y acaba dialogando porque tiene más cabeza que los locos que lo rodean) haya tenido la capacidad de convicción necesaria hacia los suyos para detener el terrorismo, ese día se podrá negociar el tema de los asentamientos y otros muchos temas pendientes, pero lo que Israel no puede ni debe es PREMIAR al terrorista y ceder a unas pretensiones regadas con sangre. Arafat y los suyos lo tienen que tener muy claro: mientras haya sangre los asentamientos seguirán. Cuando de verdad cese la violencia y haya un compromiso de paz por parte incluso de los mas extremistas grupos palestinos, los asentamientos terminarán.