domingo, 5 de octubre de 2008

24, Marisa Gomez réplica a 21

Cualquiero gobierno que arremete con armas letales contra poblaciones civiles es un gobierno terrorista (Sr. Cañizares)

Marisa Gomez Maroñes (24-03-02)
Sr. Cañizares., cuando Israel arremete contra la población palestina con todo lujo de aviones, bombas, tanques, bulldozers, etc.. (y tanto si va en busca de un supuesto terrorista como para robar los pocos terrenos que han “permitido” que tengan muy pocos palestinos) en mi libro de las cosas que están bien o están mal hechas esto es una aberración. Naturalmente usted puede pensar lo que le plazca acerca de ese “libro” tan particular que pueda yo tener y, al final del cuento, resulta que la verdad es que me importa un rábano. Lo cual (a mi corto entender) apunta de lleno a eso de que, polemizar, es seguro que es lo único que sacaremos en claro de cualquier “conversación” que nos queramos traer.

En fin, mantengo (y sí que rezo para que jamás llegue tan lejos) que si el gobierno actuase igual contra ETA también lo llamaría Terrorismo de Estado” y sí, mi “desaprobación sería la misma”. De tener que “tragármelo” un día supongo que no me quedará otro remedio que hacerlo. Sin embargo hoy, en este momento y con todas las duras posibilidades bien tenidas en cuenta –le seguro que de saber que ETA había cometido otra de sus fechorías y mi gobierno arremetía contra cualquier poblado del País Vasco con aviones, tanques, y lo que ele viniese en gana persiguiendo a cualquier terrorista (ocasionando como sería de esperar la muerte de inocentes civiles en el proceso) no solo lo llamaría Terrorismo de Estado sino que lo gritaría con toda la fuerza que tuviesen mis pulmones.

Sí, también continuo aceptando que “con los terroristas no se negocia” y, sin embargo, también continuo pensando que “hay situaciones especiales, los han echado de sus tierras, los tienen confinados, etc… en las que se puede entender su comportamiento…” (por cierto se olvidó usted de mencionar bajo un yugo insoportable…). Así es, entiendo muy bien que cuando se margina vilmente y tiene bajo el yugo insoportable al que Israel tiene al pueblo palestino durante tanto tiempo los responsables de sembrar la simiente de cualquier acto tremebundo son también responsables de que las cosas se disparen y ocurran barbaridades que no deberían ocurrir. Así expuesto porque, como también he mencionado muchas veces, todos tenemos la obligación de ponderar porque nadie que esté viviendo como es debido pueda llegar a sentir la necesidad de inmolarse.

Aunque le parezca extraño viniendo de un ser que se enorgullece de abogar por el camino pacífico más que cualquier otra cosa, mis “sartenazos” serían desde el comienzo. Sí, desde el día que una organización a la cual mi pueblo le importó siempre un rábano decidiese (para paliar muchos y viles errores cometidos que mi gente no había ocasionado) “donar” unos terrenos que habían pertenecido a mis antepasados desde antes que Cristo fuese corporal. Esto, claro, supongo que da amplia explicación a su “los judíos no han echado de sus tierras a nadie. Los judíos esperaron a que una organización internacional (la ONU) les concediese legítimamente unos territorios”).

No, no voy a repetir lo que pienso de la ONU y su papel en este conflicto que sus augustos miembros deberían haber imaginado porque ya lo he repetido hasta la saciedad. Ahora, sí que quiero apuntar algo que parece ser nadie menciona (bueno, con excepción de los que apoyan a capa y espada la legitimidad de un pueblo que fue izado sobre las tumbas, espalda, terrenos y casas de seres que no les habían vejado). Supongo que si los países árabes no ayudan es porque los países árabes saben (y muy requetebién) que en el momento que se les ocurriese tocarle un pelín a Israel las bombas que les caerían serían legendarias. Sí, Señor Cañizares, cuando uno tiene amigos tan acérrimos y fuertes como los que tiene Israel a uno no le quedan más puñetas que aceptar las cosas tal y como están y, de no desear convertir a su pueblo en otro mártir…

Por favor no de lecciones de las generosas ofertas del pueblo israelí ni de las generosas ofertas y buen hacer de sus líderes pues, aunque usted no lo crea, resulta que sí intento “analizar” muchas cosas en lo que respecta a este largo conflicto y puedo asegurarle que sus cartas no están a la cabeza de la lista. Para hoy tengo buenos conocimientos de quien fue y el sueño de Hertzl; sé cuando y como se formó el famoso grupo Stern (del cual casi todos los líderes israelíes fueron miembros y cometieron atrocidades sin casi nombre). Es más, en algunas lecturas se dice que el terrorismo como se conoce hoy día fue inventado por este y otros grupos del mismo calibre y, como ejemplo, al parecer la famosa “carta bomba” fue también “sana idea” de estos grupo. Tanto, tanto, que una de las más famosas fue la que enviaron al presidente Wilson (si mal no recuerdo fue a él) por pensar algunos de sus miembros que el hombre no estaba apoyando “la causa” como era debido.

En fin, obviamente mantengo que daría cualquier sartenazo que se prestase a lo desalmados soldados que venían a robar lo que era de mis antepasados, mío y de mis hijos, a los que cometían la vileza de meterme a mi y a los míos en campos llamados de refugiados (aunque a usted le parezca desagradable, yo prefiero llamarlos de concentración) para así no dejarnos ni respirar. Y, sí, “de salirles del moño” tenernos bien amarrados para arrearnos todo el tipo de chupinazos cuando les apetezca al igual que marginarnos más allá de los que los mismos derechos humanos permiten. No señor Cañizares, no son tan “solo una serie de derechos” Para los que pensamos que el ser humano debe de ser tratado con el mínimo de dignidad (si es que no esperamos que cualquier día nos caigan todas en un carrillo) la Declaración de lo Derechos Humanos es mucho más que “una serie de derechos”. En realidad nos es mucho más importante que cualquier Biblia, Corán o libro de religión a la que queramos asirnos para conseguir fines que, durante el largo recorrer de la historia, han demostrado ampliamente que no son buenos ni de acatar con los ojos cerrados, ni de seguir.

Lo de “echar por tierra el primer principio de la justicia: la justicia nunca la puede tomar uno por su mano” tendría algún valor si, de entrada, a mi se me hubiese demostrado (con hechos, no palabras huecas) que la justicia existía. Algo a lo que, tristemente, el pueblo palestino al completo no ha sido expuesto desde que un día el mundo decidió sentir pena por lo que se le había hecho al pueblo judío y se le donaron unas tierras que estaban repletas de seres humanos que habían hecho lo siguiente: Habían nacido allí, habían sido criados allí, habían vivido allí y habían cuidado desde casi la creación del mundo las tumbas de sus antepasados. Antepasados que, como resulta, también habían nacido allí, habían sido criados allí, habían vivido allí y cualquier de tener en cuenta etc.. que pueda ocurrírsele a usted.

Si bajo estas condiciones usted dice en este foro que se quedaría tan fresco y no intentaría (como mínimo) arrear algún sartenazo que otro de serle posible lo más seguro es que lo aceptaría (después de todo cada uno puede decir lo que le viene en gana) – sobre todo cuando se habla de…”imagínate”. Sin embargo también puedo decirle que no le creería. Llámeme incrédula si quiere.

Creo que, como ya me ha ocurrido muchas veces anteriormente, no hemos llegado a lugar alguno digno de mención, Sr. Cañizares, por eso quiero aprovechar esta para despedirme de usted cordialmente. No, no tengo nada contra usted ni contra nadie y la verdad es que polemizar no es algo que me satisfaga en lo mínimo. Que Dios nos guíe a todos y nos dé visión del hecho tal y como son y, en el proceso, hagamos algo de lo que un día nuestros hijos puedan sentirse orgullosos. Yo abogo por la justicia sin tapujos ni asquerosos “rasantes” para todo ser viviente. Llámeme soñadora y en esto sí que acertará…

Paz a los seres de buena voluntad, Marisa…