domingo, 5 de octubre de 2008

30, Miserables Palestinos


Miserables Palestinos


Sí, sé de la aparatosidad del título pero creo que no seré el primero en decir que todo tiene un límite y el cúmulo de circunstancias que confluyen en Oriente Medio y la postura palestina de desahogar todas sus frustraciones, que son muchas, contra el ciudadano israelí de hoy me ha dado licencia para usarlo.

El hecho de ver a un ciudadano palestino ya cadáver y acribillado previamente por sus hermanos palestinos, arrastrado por una cuerda detrás de un vehículo dando vueltas al pueblo como represalia por su colaboracionismo con Israel nos está indicando algo más determinante que el odio de los palestinos hacia Israel. Nos está indicando que el ciudadano palestino odia, sin más, y habrá entonces que analizar si es verdad que son las actitudes de Israel el generador de dicho odio o puede que también tengan algo que ver la marginación que los propios países árabes infligen al pueblo palestino, o la crisis económica que afecta a todos los países del Islam y que se manifiesta en la cantidad de conflictos en los que últimamente se ven envueltos los países donde domina dicha creencia religiosa o también tendrá algo que ver los propios conflictos internos que se perciben hoy entre aquellos musulmanes integristas que haciendo caso a los dictámenes de su religión desprecian el progreso amparándose en que la desgracia de hoy será el bien del mañana y aquellos más conservadores que entienden que no existe una religión válida que de por buena la voluntaria desgracia de hoy por muy bien cuidado que quede el mañana.

Pero los palestinos, irreflexivos, indolentes y cobardes se acogen a lo único que tiene a tiro y embebidos y arrastrados por la degeneración a la que ha llegado un pueblo que es capaz de sacar en manifestaciones a sus hijos con la metralleta en la mano y con el pañuelo en la cabeza como idolatrando a aquellos que entregan su vida matando inocentes civiles, y que ha erigido en estandarte del palestino modelo a aquel que se autoelimina destruyendo lo que más pueda del enemigo, se dedican a desahogar todo aquel cúmulo de frustraciones contra el ciudadano israelí que lejos de todas estas impresentables e incalificables maneras de entender la vida, lo que quiere es vivir en paz.

Acusan a Israel de no tener un país propio. De eso nada. Si los palestinos hubiesen tenido la ilusión de tener un país propio como ahora quieren hacernos ver que tienen y que es la misma ilusión que sí tuvo el pueblo judío, ya tendrían su país. Cuándo tras la frustración árabe de haber perdido la guerra del 48 por no querer aceptar la partición que sí aceptaron los judíos, los palestinos se quedaron con los territorios que hoy reclama como propios, ¿por qué jamás se oyó voz alguna, ni por parte palestina ni por parte de ningún país árabe, de querer crear el estado palestino en los 18 años que tuvieron para hacerlo? ¿sería quizá porque los territorios que ahora reclaman como propios con tanto amor y por los que son incluso capaces de inmolarse se los anexionaron Egipto y Jordania dándolo por bueno y demostrando con ello que jamás han sentido la identidad de Pueblo Palestino?¿o sería quizá porque estaban más pendientes del exterminio del vecino que del progreso propio validando con ello la más definitiva de las frases a la hora de analizar el conflicto: “la paz llegará cuando los palestinos quieran a sus hijos tanto como odian a los nuestros” (Golda Meir).

Por cierto, que casualidad, precisamente estos dos países, Egipto y Jordania son los únicos dos países que no han asistido a la cumbre de la Liga Arabe cuando el tema principal era el conflicto palestino y además estos son dos países fronterizos, ¿no será que no les interesa demasiado para así siempre poder utilizar el conflicto como munición política? ¿se imaginan que se solucione el problema palestino? ¿con qué punto de apoyo contarían los países de la zona para contrarrestar cualquier presunta agresión política o económica venida de los países amigos de EEUU?

Acusan a Israel de vivir hacinados en campos de refugiados. De eso nada. Israel no tiene culpa del carácter del pueblo palestino. De la misma manera que existen refugiados palestinos existieron refugiados judíos. La diferencia está en que los 600.000 refugiados judíos que la partición creó en el 48, fueron asimilando la situación y a base de sacrificio (tanto de los propios refugiados como de los que los acogían como buenos hermanos), a base de trabajo y a base de ganas de salir de su condición de refugiado consiguieron extinguir la figura del refugiado judío ya en la década de los sesenta. En apenas quince años Israel asimiló en su territorio con hogar y trabajo a todo aquel que por culpa de la partición quedó en condición de refugiado sin contar con los que seguían llegando de Europa. Hoy, más de 50 años después, aún sigue la ONU otorgando carnet de refugiado palestino a nietos de refugiados palestinos. No me vengan con milongas. La guerra mundial dejó más de veinte millones de refugiados y todos acabaron asimilados en los países que los acogieron. Es cuestión de espíritu. De carácter. De ilusión por algo más que ser refugiado.

Acusan a Israel de aniquilar toda iniciativa palestina de progreso. Se olvidan que el ochenta por ciento de los palestinos que trabajan lo hacen en Israel. Es cierto que para acelerar la mejora de las estructuras económicas en la zona se necesita tener una ayuda exterior que Israel ha tenido. Pero los palestinos también. La diferencia está en que mientras los judíos se lo gastan en colegios, hospitales, investigación y desarrollo y lamentablemente en defensa, los palestinos se gastan las dos terceras partes de su presupuesto en la guardia personal de Arafat sin atender en primera instancia a situaciones tan infrahumanas cómo las que viven, por ejemplo, sus refugiados en los campos de Líbano. Seguramente también tendrá la culpa Israel de esto, o de que los países árabes no le presten las mismas ayudas (no le prestan ninguna, es más el Líbano está deseando quitárselos de encima) que los judíos israelíes sí han recibido del judío internacional lo que lejos de servirle para crear nidos de miseria, enfermedad y kamikazes ha servido para multiplicar, en 25 años, su productividad por 20 en apenas un 10% más de superficie de producción.

Acusan a Israel de abusar con su fortaleza militar lo que ellos solo pueden defender con piedras. Israel no tiene culpa de haber tenido la necesidad de comprar un extraordinario armamento por culpa del espíritu bélico del pueblo árabe para con el pueblo de Israel. Es más le hubiera gustado no tener que comprarlo así el dinero lo hubiese gastado en otras cosas más productivas. No obstante lo que el ciudadano palestino no debe de olvidar es que la verdadera fortaleza militar no está en el armamento. La verdadera fortaleza militar está en la universidad. Allí es donde se forja la mejor preparación para afrontar y solucionar las posibles situaciones de conflicto entre dos sociedades que piensan distinto. Lo que sucede es que los palestinos prefieren llevar a sus hijos a las escuelas de llorar y de matar. Así es imposible de solucionar nada e Israel tampoco tiene culpa de eso.

No miserables palestinos, no. El hecho de que la crisis económica haya hecho del misticismo religioso la razón de ser de vuestro pueblo; el hecho de que esa religión se someta voluntariamente a la tortura de contemplar, solo contemplar, el enorme progreso de aquel vecino que sí acepto compartir vuestras tierras; el hecho de que vuestros hermanos árabes os masacraran y expulsaran de Jordania en el 70 como a unos miserables; el hecho de que vuestros hermanos árabes os masacraran y expulsaran de Líbano en el 82 como a unos miserables; el hecho de que vuestros hermanos árabes no os ayuden como los judíos sí ayudan a los suyos; el hecho de vivir eternamente con la frustración, compartida con vuestros hermanos árabes, de haber provocado cinco veces la guerra a los judíos y haber sido derrotado las cinco; el hecho de llevar todavía encendida la llama de la traición a la que fuisteis sometidos por occidente en su promesa de formar la gran Patria Arabe; el hecho de que ahora Líbano quiera quitaros de encima otra vez; el hecho de que ni siquiera la Liga Arabe sea capaz de reunirse en pleno cuando el problema que se trata es el palestino demostrando una vez más su falta de respeto hacia vosotros; el hecho, en fin, de llevar sobre vuestras espaldas todas estas frustraciones no os dan derecho a esa intención de masacrar civiles israelíes reventando restaurantes, cines, autobuses y a todas esas barbaridades dignas de los más miserables de los animales. Eso, lejos de acercaros a esa dignidad que perseguís lo que hace es alejaros miserablemente ya que soluciones miserables solo conllevan situaciones miserables.

La paz, el progreso y la dignificación se consigue saliendo a la calle vociferando a todo pulmón y en masa contra el terrorista palestino, no solo no idolatrando sino desprestigiando a aquellos que presumen de morir por la causa, llevando a vuestros hijos al colegio en vez de llevarlos a hacer el animal, arrestando Arafat las armas a los asesinos y presentándose en la ONU con un compromiso de paz auténtico que incluya el reconocimiento por parte de todo el mundo musulmán al Estado de Israel como un estado más. Exigiendo un plan de viabilidad económica y de educación promocionado por todo el mundo civilizado que con ese compromiso de paz no pondría inconveniente pero siempre apoyado y con el aplauso de todo ciudadano palestino y haciendo ver ante el mundo que el pueblo palestino dista mucho de ser el pueblo miserable que actualmente nos hace ver que es donde niños, mayores y ancianos nos enseñan que su gran preocupación en esta vida es la guerra al sionismo, la guerra santa y el respeto y veneración a los suicidas asesinos.

Mientras esto no suceda así jamás podréis evitar que el mundo abandone hacia vosotros la condición de miserables.