sábado, 20 de septiembre de 2008

3, Sangre barata


13/12/2001
El
pueblo judío está condenado a soportar la tolerancia de la comunidad internacional ante cualquier acto vandálico, asesinatos, atentados, etc… por parte de los paises árabes; sin embargo cada vez que Israel levante la mano será suficiente para que todos los ciudadanos del mundo condenen su actuación.
Ya pueden llover atentados, dinamita, kamikazes, muertos en Israel. Da igual. Todo es tolerable. Son sangre barata. No veo manifestaciones ni veo pluma reconocida alguna que se levante en contra de dicha barbarie como dando por sentado que dado que Israel se ha apoderado de unos territorios está justificado todo movimiento criminal.

Porque claro, yo doy por supuesto que en este país, quintaesencia de la democracia y del pacifismo y donde hasta incluso se pone en duda la actuación militar de EEUU en Afganistán, no sea que algún inocente pueda pagar las consecuencias, doy por supuesto digo, que lógico sería también condenar los atentados en los supermercados, en las paradas de autobús, en la puerta de las discotecas, en pleno centro de la ciudad etc… . Pero NO. Los judíos son todos merecedores de la muerte, no tienen derecho a vivir en paz y además viven en territorio robado.

Que fácil es, desde la distancia, aquí, tranquilitos desde la Europa occidental donde nunca pasa nada, reprochar y criticar el comportamiento de un pueblo que sí sufre y siente tras el cogote las irracionalidades de un vecino diferente.
Es lamentable que en España no se sea capaz de reconocer las enormes dificultades con las que se ha tropezado un pueblo que quiere tener un lugar en el mundo y las enormes dificultades que está encontrando por culpa de querer ser un país occidentalizado, industrializado y trabajador en medio de tanto parásito.
No es suficiente que el asesino Bin Laden derribe edificios, que el amenazante Sadam Hussein invada paises o que el loco Gadaffi explote aviones. No es suficiente esto para cambiar nuestra óptica hacia Israel como consecuencia de ser un reducto occidental precisamente en medio de los enemigos de occidente. Ni por tanto suficiente para entender lo peligroso que le resulta a Israel su existencia y por ello lo enormemente exigente que debe de ser para conceder al vecino su plena libertad. Ya lo dije en una anterior intervención “el hábito de ponernos siempre de lado del más débil obstruye a la razón de los mediocres de manera que impide concederle al poderoso la razón, nunca”.

Nada más lejos de la realidad mi intención de negarle a los palestinos su derecho de tener un territorio propio pero para eso han de cambiar sus actuaciones policiales en relación a sus terroristas ya que éstos ni quieren reconocer al estado hebreo ni siquiera quieren entrar en negociación ya que su deseo es echar a los judíos al mar. Por tanto es totalmente entendible, hasta que esto no cambie, la inflexibilidad de la postura hebrea. Es como tener un vecino que te odia, que te tiene rodeado y que encima está dispuesto a morir por matarte. No me voy a creer por mucho que me lo digan y por mucho que nuestros amigos de la paz me lo juren que facilitarían la vida al vecino. No lo intenten.

La solución al problema palestino la tiene Arafat. Solo los ignorantes son los que piensan que Israel quiere para algo los territorios ocupados cuando lo único que le traen son problemas. Israel dejaría encantado esos territorios sabiendo que lo van a dejar en paz. Pero para eso Arafat ha de hacerle ver a sus extremistas que igual que ellos reclaman sus territorios, los judíos también tienen derecho a ellos, que él también fue terrorista y que acabo dándose cuenta que solo el dialogo es capaz de negociar la paz.. Mientras eso no suceda los palestinos seguirán yendo de mártires por la vida, enseñarán a sus nenes a tirar piedras y a odiar y los mediocres españoles seguirán maldiciendo las represalias israelíes por que un kamikaze ha destruido un cine lleno de espectadores. Total son sangre barata.

13/12/2001

2b, Irreductibles


22/11/2001
Era
viernes. Buen rato hacía ya que la noche invadía el cielo de Nueva York. Apresurada andaba Alice con su barra de labios entre semáforo y semáforo, claxones, ráfagas y frenazos. Su afición al arte le había jugado una mala pasada. Embebida en el Metropolitan se olvidó del reloj sin darse cuenta que tenía una cita para cenar. Apenas llegaba quince minutos tarde pero su sentido de la responsabilidad tomó la decisión de ni siquiera poner la radio para conducir más concentrada. Iba rápida. Sus amigas sin embargo tranquilamente la esperaban tomando un Martini mientras charlaban. Cuando por fin llegó, la más avispada del grupo soltó –“Tu pagarás la primera ronda después de cenar”. –“Uff, si solo es eso…” contestó. Rieron.

Era viernes. Anochecía en Kabul. Apenas el chirriar de una bicicleta rompía el silencio aterrador que envolvía la apagada ciudad. En las calles, callados, hombres, solo hombres. La mujer no existe. La mujer no está. Pero la mujer siente. Una tenue luz alumbraba la estancia. Temerosa, ante el espejo está Mawibz. Sus facciones son muy bellas pero sus ojos están tristes. Tiene con quién charlar pero a esas horas ya no puede. Sabe con quién le gustaría ir a cenar pero a ella no la dejan. De copas, ni hablamos. A diferencia de Alice, Mawibz no pone la música porque le está prohibido. No hay revistas, no hay lectura, no hay cine, no hay televisión. Da igual si es viernes, sábado o lunes. Resignada a su suerte Mawibz ve pasar los días, ve pasar su vida.

EEUU ha sido atacada. 6000 ciudadanos neoyorkinos libres han visto sesgada sus vidas de manos de aquellos que impiden al hombre la libertad y a la mujer vivir. EEUU reacciona. Busca aliados. Busca soluciones internacionales contra aquellos que usan el terror para, por la fuerza, imponer sus ideas. La reacción es decidida como jamás se había hecho antes. Con autoridad. Determinantemente. En apenas un mes el pueblo afgano pasa de la alienación a la libertad. La euforia en las calles es patente lo que demuestra la satisfacción por el cambio. En apenas un mes Mawibz puede sonreir. Ahora puede trabajar. Sus hermanas menores pueden ir a la escuela. Puede quitarse su burka, lucir su belleza, pintarse los labios, charlar, oir música, y …vivir.

Ahí están. Son ellos. Critican lo incriticable. Reprochan lo irreprochable. Luchan contra el sentido de la lógica y de la vida. Incansables, argumentan lo inargumentable. Infatigables, defienden lo indefendible. Su odio hacia el poder, su ceguera ante la aportación del capital y su infinito caudal de orgullo envilecido les hace inconfundibles. Son lo antiyankees. No importa que los afganos ahora sean libres. No importa que Mawibz vuelva a sonreir. Lo ha hecho EEUU por tanto está mal hecho. Son…irreductibles.

22/11/2001

2, Los Antiyankees 2

15/11/2001
En
mi anterior intervención creí que había dejado claro lo que para mi eran los antiyankees pero a la vista de alguna opinión (en este caso del Sr. Porcar) acabo de darme cuenta de que hay alguna caracteristica que me dejé en el olvido: la falta de abstractivo (lo que en sicología quiere decir la falta de sentido de la comprensión de lo que se está leyendo o escuchando). No obstante tomo nota y ya no me pasará más, hablaré más fácil.
Osea que cuando uno nombra a EEUU como buque insignia del capitalismo está automaticamente diciendo que Europa y Japón están en la Edad de Piedra. Eso es lo que se llama grandisimo sentido de la comprensión.
Osea que cuando trato de desviar las flechas de la ira que el ansia de poder provoca y lo ilustro con un recorrido por la historia (siglo.I ac., s.I, sXV, s.XIX,XX) para demostrar que no es cuestión de una época en concreto ni de un país en concreto sino del hombre en sí, se entiende digo, esta intención de desviación de la ira, como una justificación de la barbaridad. Olé.
Osea que trato de argumentar el hecho de que el hombre tiene unas condiciones naturales impuestas tanto físicas como de intelecto y entre las físicas nombro, por poner dos ejemplos, la de la piel negra y la de la calvicie y entre las de intelecto nombro la del ansia de poder y se responde con "¿que tiene que ver eso de los calvos y la piel negra"? Está claro que no se ha entendido.
Osea que ejemplarizo a la madre Teresa y la encumbro en una frase que, le explico, quiere decir:
"¿Que se creen los antiyankees que si el poder estuviese en manos de otros paises, ese ser tan extraordinario como la Madre Teresa aparecería como una mediocridad?" y según la replica que recibo yo he comparado la grandeza de la Madre Teresa con el comportamiento de EEUU. Está claro que falla el abstractivo. Precisamente según creo yo, lo que se desprende de mi comentario es que la Madre Teresa siempre será grande, domine quién domine, puesto que el hombre siempre derramará mierda (según plabaras de Vd. así seguro que lo entiende), se derrame esta mierda donde se derrame.

Por otro lado y dejando de lado el abstractivo, Vd. deja totalmete al descubierto la ceguera que proporciona el odio hacia el poder tanto que le impide premiar al poderoso, NUNCA. Osea que nunca son merecedores de aplauso solo porque son poderosos. Si Vd. considera que el Kuwait de ayer o los afganos de hoy (esos que han recobrado la libertad gracias al poderoso) no deben de agradecer a EEUU su intervención porque eso sería de lameculos, entonces es Vd quién debería mirarse en el espejo y analizar quien tiene más pecados capitales. ¿Es Vd. un orgulloso?; ¿un envidioso?; ¿tiene Vd complejo de algo?

Mire Vd. tengo perfectamente clara la idea de lo que significa ser un antiyankee en España (otra cosa sería ser un antiyankee en Sudán). Viene a ser algo parecido a la idea que tengo de los comunistas es decir personas cuyo lema principal (es mío) es: "Es preferible el perjuicio de una multitud con tal de que uno no se haga rico, que el enriquecimiento de uno aunque sea en perjuicio de una multitud". Por eso hablo de hipocresía. Porque en realidad es envidiar y criticar a aquellos que sí han sabido conseguir aquello que anhelamos. Porque nos revienta que unos cabalguen por el mundo junto al estandarte del éxito mientras nosotros somos incapaces de ver dos palmos más allá de nuestras narices. Porque nos molesta comprobar cómo para nosotros es una proeza cuando para otros es normal. Porque nos revienta, en fin, percibir la frustación que nos supone el hecho de tener que recurrir, necesitar, utilizar, acceder, ver, aprender, la mayor de las veces frutos de aquellos a los que criticamos porque son mejores frutos que los nuestros.

Normalmente no me gusta aburrir a los lectores con batallas dialécticas particulares entre dos personas pero esta vez he accedido porque me ha valido para reforzar mi primera carta sobre los antiyankees. Sí tengo claro que no voy a contestar más a ninguna carta que me llegue desde la comodidad del ordenador, algunos con ratones sin cable, pantallas de TFT, modems de 5600Mz, ADSL. Todas aquellas cartas anteyankees que me lleguen en sobre de papel de papiro, escritas con lápiz de esos gordos que utilizaban en el siglo XV y cerradas con lacre quemado como en la época de las películas de los Monty Phyton las contestaré todas, absolutamente todas y además con todo el respeto del mundo.
Por cierto le dedico ésta carta al Sr. Grisola que es un peleador incansable contra los peores de los enemigos: la ceguera y la sordera.
15/11/2001

1, Los Antiyankees

10/11/2001
Son
seres curiosos. Tan curiosos como las truchas que a desovar acuden contracorriente o como el propio Copito que presume de ir contra las normas habituales de la fauna gorilera. Así son los antiyankees, tan contradictorios como inconsecuentes, tan insensatos como perdidos. Pero una gran diferencia les separa. Los primeros no pueden tomar propia decisión, los segundos sí.
Son precisamente éstas decisiones las que los hace diferentes porque dando por evidente el carácter racional de la raza humana es verdaderamente sorprendente la irracionalidad de sus razonamientos. De ahí su curiosidad.

Esopo, el enorme y sabio fabulista griego concluía en una de sus fábulas, “El hábito se impone al hombre y nadie puede renegar de su condición”. Ni calcado. El hábito que el hombre tiene de ponerse siempre del lado del más débil obstruye a la razón de los mediocres a posibilitar y valorar la aportación del poderoso, pues digo yo que alguna vez habrá que premiar al poderoso. Si el poderoso fuese siempre culpable y todo lo hiciese mal sería defectuoso y si fuese defectuoso, no les quepan dudas, no sería poderoso.
Bien. El caso es que los antiyankees se alían con Esopo y dejando entrever la falta de análisis y razonamiento que les caracteriza se dejan llevar siempre por el hábito y entran en continua contradicción.

Son seres que suelen estar satisfechos con su vida. Satisfacción que se pronuncia cuando observan la miseria allende fronteras en aquellos países donde la irrupción de la democracia, la industralización y el confort que proporciona el capital todavía se observa como una lejana utopía. Sin embargo, se desgañitan vociferando contra el buque insignia de aquellos que proporcionan ésta, su vida, la que les gusta más y a la que son incapaces de renunciar. Curioso, no?
Se quejan de consumismo en Occidente pero como se quejarían de aletargamiento en Oriente Medio o de espiritualismo en Oriente Lejano porque protestan de todo ya que, incapaces de crear nada, les molesta el enriquecimiento de los creativos; incapaces de liderar nada, les molesta que los lideren; pero sobre todo porque incapaces, por su nula aportación, de favorecer la evolución, se rebelan contra ella pero asentados en ella, esto es, critican al capital, a los métodos del capital, pero desde el confort que proporciona el capital. Ante todo este desaguisado de contradicciones se deduce por tanto que los antiyankees son ese tipo de personajes que dicen lo que no sienten, sienten lo que no quieren y quieren lo que no dicen.

Son tan curiosos estos antiyankees que nos quieren hacer creer, pero solo lo pretenden porque no lo consiguen, que suspiran por llevar a sus hijos a las mejores universidades de Siria, El Congo o Afganistán. A sus padres a los mejores hospitales de Jordania, el Chad o Somalia y, Dios nos libre, si en el gobierno estuviesen acudirían raudos y veloces ante cualquier necesidad de ayuda exterior, a las embajadas de Túnez, Ceilán o las Isla Fidji por aquello del amor a lo exótico. Porque esto último es verdad, les suelen gustar las flores, pero sobre todo si son cultivadas con tecnología agrícola judía o estadounidense que suelen conservarlas mejor.

Presumiendo de cultura culpan de todo lo que en el mundo sucede a los EEUU como validando la teoría de que sí una fuerza sobrenatural traspasase de repente el poder y la riqueza desde EEUU a La India o a Sudáfrica, los países del mundo se repartirían flores, se organizarían veladas internacionales de hermandad para cantar El Angelus y la madre Teresa de Calcuta aparecería como una mediocridad en medio de tanta buenaventura. Ignorancia.
No son capaces de entender que el ansia de poder no es exclusiva de EEUU ni de ningún país del globo. El ansía de poder es el hombre, como hombre, el que la lleva en su interior y así lo lleva demostrando desde las cunas de la civilización. ¿Culpamos también a EEUU del ansia de poder de Roma, Macedonia o los Persas? ¿Culpamos también a EEUU del ansia de poder de los españoles en las Indias? ¿de las colonizaciones inglesas y francesas?
Si los antiyankees fuesen coherentes deberían utilizar su furia contra El Creador por haber hecho al hombre como lo ha hecho pero culpar a los hombres de raza negra de llevar la piel negra, a los calvos de su falta de pelo o en el caso que nos ocupa al ciudadano norteamericano del ansia de poder del hombre me parecen conclusiones que solo pueden estar al alcance de seres especiales e irracionales.

Algo hay, es verdad, que me gusta de ellos. Es su absoluta convicción de que el dinero no hace el amor y que el amor está por encima del dinero. Estoy totalmente de acuerdo. Por eso aún amo más a EEUU. Porque gracias a que el amor ya lo tengo, agradezco, apoyo y aplaudo a aquellos que por su carácter emprendedor, por sus ansias de expansión y crecimiento, y por su afán de lucro y confort, posibilitan que yo pueda conocer, viajar, trabajar mejor, y disfrutar en fin de mi amor de la manera más agradable y placentera posible.
No puedo aplaudir sin embargo, aunque sí respetar, a aquellos que por religión, por raza o simplemente por carácter carecen de todo tipo de ambición y se aquilosan en el tiempo, pero ni aplaudo ni respeto, estos son los peores, a los anteyankees, espejo universal de la hipocresía y que como dicen en mi pueblo y creo que ya he argumentado bastante, ni fu ni fa sino todo lo contrario.
Paco Cañizares. 10/11/01

0, Los palestinos, el chollo del Islam


01/11/2001
Día
tras día en los medios encontramos publicaciones y opiniones, incluso de prestigiosos periodistas, transmitiendo el alto grado de culpabilidad que la invasión judía en territorios de Palestina tiene en el conflicto que hoy vive la sociedad mundial. Y acepto que lo diga Bin Laden porque le viene de maravilla, ya tiene excusa, pero no acepto que eruditos historiadores le convengan.
Alguna vez habrá que decir que la situación del pueblo palestino es el cajón de sastre donde la cultura musulmana desahoga sus frustraciones en referencia a la sociedad occidental o lo que es lo mismo es la excusa que le viene de perlas al pueblo musulmán para maquillar ese odio que siente ante una sociedad que espiritualmente inferior (según ellos), se presenta cada día más poderosa.

El ciudadano europeo, que desconoce por completo el complejísimo entramado de especiales situaciones que hoy día componen Oriente Medio, debe saber que el verdadero problema que acontece hoy está en la triste comprobación por parte del pueblo musulmán, cada día más pronunciada, que aquellos que caminan en la dirección opuesta son justo aquellos que deciden sus fronteras, les venden el armamento y quienes manejan a su antojo, porque las explotan, sus enormes riquezas naturales.
Con cara de tonto se quedaron los fieles castristas cuando su ídolo Fidel legalizó el dólar. Toda la vida fieles a la causa de su ángel salvador sin cometer adulterio y de golpe y porrazo Fidel convierte en ricos a aquellos que le traicionaban. Rabia. Frustración. Pues lo mismo. Fieles seguidores de Alá, fervientemente convencidos de ser seguidores del óptimo camino para contemplar como poco a poco, paso a paso, Alá convierte en ricos y poderosos a aquellos que no confían en Alá.
Inequívoca prueba de que el problema es económico y de poder es que hasta fines del XIX no existía tal problema. Es a partir de la 1ª Gran Guerra (Francia y G.Bretaña manejan a su antojo incluso traicionan la causa árabe) cuando Occidente descubre los intereses económicos de los paises del Islam. Es a partir de ahí cuando se va desequilibrando el protagonismo de las dos culturas en el mundo y es a partir de ahí cuando va emergiendo el odio hacia ese Occidente comandado por EEUU (de ahí la obsesión por quemar banderas estadounidenses).

Por tanto vaya desde aquí una luz hacia aquellos que aún mantienen la ceguera de aceptar la falsa teoría de que la invasión judía de Palestina es el detonante de la situación. Eso sería romper con la historia, esto es, demostrar que los países árabes son ejemplos de hermandad cosa que jamás ha sucedido porque los piases árabes jamás han sido capaces de entenderse entre ellos. ¿Dónde quedó el amor fraternal en el 70 cuando Jordania arremetió contra ellos en la más sangrienta guerra sufrida nunca por el pueblo palestino? ¿Dónde quedo el amor fraternal cuando en el 75 Siria incluso ayudó a los cristiano-libaneses de Gemayel contra los palestinos en la antesala de la guerra de Líbano?
Acepto que los palestinos necesitan un Estado propio pero yo no voy a caer en el error de pensar que cuando esto suceda el Islam abrazará a Occidente.
Así es que dejémonos de gaitas para siempre. Los palestinos a sus hermanos árabes les importan un pito. Lo que verdaderamente les importa es Alá y hoy la doctrina de Alá sucumbe ente la fuerza de la competencia. Ese es el problema.

01 Noviembre 2001