
13/12/2001
El pueblo judío está condenado a soportar la tolerancia de la comunidad internacional ante cualquier acto vandálico, asesinatos, atentados, etc… por parte de los paises árabes; sin embargo cada vez que Israel levante la mano será suficiente para que todos los ciudadanos del mundo condenen su actuación.
Ya pueden llover atentados, dinamita, kamikazes, muertos en Israel. Da igual. Todo es tolerable. Son sangre barata. No veo manifestaciones ni veo pluma reconocida alguna que se levante en contra de dicha barbarie como dando por sentado que dado que Israel se ha apoderado de unos territorios está justificado todo movimiento criminal.
Porque claro, yo doy por supuesto que en este país, quintaesencia de la democracia y del pacifismo y donde hasta incluso se pone en duda la actuación militar de EEUU en Afganistán, no sea que algún inocente pueda pagar las consecuencias, doy por supuesto digo, que lógico sería también condenar los atentados en los supermercados, en las paradas de autobús, en la puerta de las discotecas, en pleno centro de la ciudad etc… . Pero NO. Los judíos son todos merecedores de la muerte, no tienen derecho a vivir en paz y además viven en territorio robado.
Que fácil es, desde la distancia, aquí, tranquilitos desde la Europa occidental donde nunca pasa nada, reprochar y criticar el comportamiento de un pueblo que sí sufre y siente tras el cogote las irracionalidades de un vecino diferente.
Es lamentable que en España no se sea capaz de reconocer las enormes dificultades con las que se ha tropezado un pueblo que quiere tener un lugar en el mundo y las enormes dificultades que está encontrando por culpa de querer ser un país occidentalizado, industrializado y trabajador en medio de tanto parásito.
No es suficiente que el asesino Bin Laden derribe edificios, que el amenazante Sadam Hussein invada paises o que el loco Gadaffi explote aviones. No es suficiente esto para cambiar nuestra óptica hacia Israel como consecuencia de ser un reducto occidental precisamente en medio de los enemigos de occidente. Ni por tanto suficiente para entender lo peligroso que le resulta a Israel su existencia y por ello lo enormemente exigente que debe de ser para conceder al vecino su plena libertad. Ya lo dije en una anterior intervención “el hábito de ponernos siempre de lado del más débil obstruye a la razón de los mediocres de manera que impide concederle al poderoso la razón, nunca”.
Nada más lejos de la realidad mi intención de negarle a los palestinos su derecho de tener un territorio propio pero para eso han de cambiar sus actuaciones policiales en relación a sus terroristas ya que éstos ni quieren reconocer al estado hebreo ni siquiera quieren entrar en negociación ya que su deseo es echar a los judíos al mar. Por tanto es totalmente entendible, hasta que esto no cambie, la inflexibilidad de la postura hebrea. Es como tener un vecino que te odia, que te tiene rodeado y que encima está dispuesto a morir por matarte. No me voy a creer por mucho que me lo digan y por mucho que nuestros amigos de la paz me lo juren que facilitarían la vida al vecino. No lo intenten.
La solución al problema palestino la tiene Arafat. Solo los ignorantes son los que piensan que Israel quiere para algo los territorios ocupados cuando lo único que le traen son problemas. Israel dejaría encantado esos territorios sabiendo que lo van a dejar en paz. Pero para eso Arafat ha de hacerle ver a sus extremistas que igual que ellos reclaman sus territorios, los judíos también tienen derecho a ellos, que él también fue terrorista y que acabo dándose cuenta que solo el dialogo es capaz de negociar la paz.. Mientras eso no suceda los palestinos seguirán yendo de mártires por la vida, enseñarán a sus nenes a tirar piedras y a odiar y los mediocres españoles seguirán maldiciendo las represalias israelíes por que un kamikaze ha destruido un cine lleno de espectadores. Total son sangre barata.
El pueblo judío está condenado a soportar la tolerancia de la comunidad internacional ante cualquier acto vandálico, asesinatos, atentados, etc… por parte de los paises árabes; sin embargo cada vez que Israel levante la mano será suficiente para que todos los ciudadanos del mundo condenen su actuación.
Ya pueden llover atentados, dinamita, kamikazes, muertos en Israel. Da igual. Todo es tolerable. Son sangre barata. No veo manifestaciones ni veo pluma reconocida alguna que se levante en contra de dicha barbarie como dando por sentado que dado que Israel se ha apoderado de unos territorios está justificado todo movimiento criminal.
Porque claro, yo doy por supuesto que en este país, quintaesencia de la democracia y del pacifismo y donde hasta incluso se pone en duda la actuación militar de EEUU en Afganistán, no sea que algún inocente pueda pagar las consecuencias, doy por supuesto digo, que lógico sería también condenar los atentados en los supermercados, en las paradas de autobús, en la puerta de las discotecas, en pleno centro de la ciudad etc… . Pero NO. Los judíos son todos merecedores de la muerte, no tienen derecho a vivir en paz y además viven en territorio robado.
Que fácil es, desde la distancia, aquí, tranquilitos desde la Europa occidental donde nunca pasa nada, reprochar y criticar el comportamiento de un pueblo que sí sufre y siente tras el cogote las irracionalidades de un vecino diferente.
Es lamentable que en España no se sea capaz de reconocer las enormes dificultades con las que se ha tropezado un pueblo que quiere tener un lugar en el mundo y las enormes dificultades que está encontrando por culpa de querer ser un país occidentalizado, industrializado y trabajador en medio de tanto parásito.
No es suficiente que el asesino Bin Laden derribe edificios, que el amenazante Sadam Hussein invada paises o que el loco Gadaffi explote aviones. No es suficiente esto para cambiar nuestra óptica hacia Israel como consecuencia de ser un reducto occidental precisamente en medio de los enemigos de occidente. Ni por tanto suficiente para entender lo peligroso que le resulta a Israel su existencia y por ello lo enormemente exigente que debe de ser para conceder al vecino su plena libertad. Ya lo dije en una anterior intervención “el hábito de ponernos siempre de lado del más débil obstruye a la razón de los mediocres de manera que impide concederle al poderoso la razón, nunca”.
Nada más lejos de la realidad mi intención de negarle a los palestinos su derecho de tener un territorio propio pero para eso han de cambiar sus actuaciones policiales en relación a sus terroristas ya que éstos ni quieren reconocer al estado hebreo ni siquiera quieren entrar en negociación ya que su deseo es echar a los judíos al mar. Por tanto es totalmente entendible, hasta que esto no cambie, la inflexibilidad de la postura hebrea. Es como tener un vecino que te odia, que te tiene rodeado y que encima está dispuesto a morir por matarte. No me voy a creer por mucho que me lo digan y por mucho que nuestros amigos de la paz me lo juren que facilitarían la vida al vecino. No lo intenten.
La solución al problema palestino la tiene Arafat. Solo los ignorantes son los que piensan que Israel quiere para algo los territorios ocupados cuando lo único que le traen son problemas. Israel dejaría encantado esos territorios sabiendo que lo van a dejar en paz. Pero para eso Arafat ha de hacerle ver a sus extremistas que igual que ellos reclaman sus territorios, los judíos también tienen derecho a ellos, que él también fue terrorista y que acabo dándose cuenta que solo el dialogo es capaz de negociar la paz.. Mientras eso no suceda los palestinos seguirán yendo de mártires por la vida, enseñarán a sus nenes a tirar piedras y a odiar y los mediocres españoles seguirán maldiciendo las represalias israelíes por que un kamikaze ha destruido un cine lleno de espectadores. Total son sangre barata.
13/12/2001